La chinchilla es un animal roedor y mamífero que presenta características similares a la ardilla, de solo menos de 30 cm de longitud. Tiene un cuerpo rechoncho y un pelaje suave de color grisáceo y con una pinta que resalta y es que en la zona del vientre tiene un color aún más suave. Se ha asentado en la zona de América del Sur y fabrica su hogar bajo la tierra en madrigueras. Es lo más buscado en peletería, actualmente.
La piel de este animal es muy apreciada, por la suavidad de su pelo y su característico color grisáceo, que no requiere de otras tinturas para que luzca hermoso y muy elegante, gracias a los visos plateados que pueden apreciarse. Además de las ventajas estéticas, el cuero de la chinchilla es muy fino y flexible.
En la actualidad, este pequeño animal está siendo criado en cautiverio, con el objeto de garantizar su reproducción asistida y que se cumplan las condiciones especiales en ambientes creados con altos estándares de limpieza e higiene, para evitar que en su pelaje se produzcan manchas irreversibles por lo tóxica que es su orina, lo cual causa que pierda valor en el mercado. Generalmente es en la época del invierno cuando estos roedores son sacrificados, cuando aumenta y se hace más esponjoso su pelaje, pues en verano, pierden mucho pelo y no son atractivos en el mercado peletero.
También es importante destacar la edad en la cual son sacrificados, puesto que mientras aún están inmaduros, la piel puede observarse de un color azulado, mientras que cuando se hacen adultos, su epidermis cambia a un color más claro y blanquecino.
Otro dato interesante es que el pelaje de la nuca de la chinchilla, madura primero, antes que el resto de las áreas del cuerpo, como las patas cuyo proceso de cambio es el último en el orden. Los conocedores de esta especie revisan la piel soplando y observando el color desde la cabeza hasta la cola y en la zona de las patas y las caderas, para determinar su condición y madurez.
Es tan rentable la industria del cuero de chinchilla que este animal es sometido a procesos de reproducción en zonas donde las temperaturas son elevadas, lo cual no garantiza que el pelaje crezca de la mejor forma estética. Por ello, son creadas cámaras refrigeradas a bajas temperaturas, para que el proceso de maduración de las pieles garantice la calidad esperada en solo 70 días.
En resumen, el cuero de la chinchilla es conocida como la perla de las pieles y hoy en día es el producto de peletería más buscado, sofisticado y que define el prestigio en cuando a lo que puede ofrecerse en desfiles internacionales de alta costura y exclusividad.
La piel de chinchilla, llamada la perla de las pieles, es el producto más sofisticado que puede ofrecer una peletería prestigiosa. En todos los desfiles internacionales las últimas prendas que desfilan por las pasarelas, son las suntuosas chinchillas realzando el nivel del desfile y de la Casa que las presenta.
Solo pesa, unos 20 gramos por lo que además es ligera, muy fácil de manipular y abrigada. Su pelaje es tan suave que si no está atento, solo con la sensación, podría pensar que todavía no la toca. Es calificada como la piel más costosa, que ofrece suavidad, ligereza, brillo y elegancia, más que ninguna otra.