Modificar una pieza de cuero, es posible a través de la implementación de diferentes técnicas, una de ellas es el pintado. Este material es comúnmente utilizado para fabricar prendas de vestir, accesorios y tapizados. Si se trata de un cuero de grano auténtico o uno de imitación, que es realizado con polímeros de plástico, pintarlo, requiere de ciertas habilidades, pero si te aplicas podrás lograrlo de manera rápida, divertida y sin gastar demasiado.
La pintura en el cuero te permitirá modificar y convertir en una nueva alguna pieza o atuendo de tu preferencia. También podrás darle vida a tus muebles viejos o hasta crear nuevas formas y diseños en alguna cartera o cinturón. Contando con los materiales necesarios será muy divertido. Manos a la obra.
Lo primero es elegir el tipo de pintura que utilizarás. Podrás escoger desde pinturas especiales para cuero, acrílicas, pinturas de tiza o diluidas en acetona. Cada una tiene sus instrucciones y pasos, conozcamos algunos de ellos.
Si te decides por pinturas acrílicas, debes saber que puedes conseguirlas de una gran variedad de colores, incluso las encontrarás de tonos metálicos y hasta con brillos. Puedes comprarlas en tiendas de bricolaje o de las especializadas en arte o manualidades.
Se adhiere fácilmente a todo tipo de superficies, desde cuero original hasta cuero de imitación y son bastante duraderas, conservando su color por más tiempo. Tienen una condición flexible, por lo que no será muy probable que se agriete con el uso.
Si lo que deseas es darle a tu pieza un toque antiguo, desgastado o del conocido estilo shabby chic, la pintura de tiza es la mejor opción. En todo caso, el primer paso es limpiar la pieza con un poco de alcohol isopropílico, del que se usa para las heridas, con este paso eliminarás el polvo y cualquier otra suciedad, como grasa o cera. Hazlo con un algodón y pásalo por toda la superficie. Con ello, la pintura quedará mejor adherida a la pieza de cuero.
Prepara tu paleta de pintura que contenga todos los colores que usarás. Eso te permitirá tener mayor comodidad al momento de trabajar. Si se trata de pintura acrílica tienes la opción de añadirle un poco de acetona, pues esta sustancia la hará más líquida y homogénea, eso sí, mezclalas con cuidado, de tal manera que ambas se unan muy bien. Pero ten cuidado de no diluirla demasiado.
Coloca solo pequeñas cantidades sobre la paleta de colores, pues este tipo de pinturas seca demasiado rápido. Si la notas que se va poniendo demasiado espesa, agrégale unas gotas más de acetona y continúa tu trabajo.
Si se trata de superficies grandes, aplica primero una capa en la totalidad de la pieza de manera uniforme, deja que seque bien y verifica si necesita o no una segunda capa.
En ciertas áreas, ayudarse con una esponja es una buena opción. Presiona la esponja sobre la paleta en el color deseado y con movimientos extensos y en sentido vertical, aplica la pintura. Debes hacerlo con rapidez, pues seca muy rápido.
No agregues nuevas capas de pintura si la anterior no ha secado completamente. Procura colocar el objeto o la pieza de cuero en un lugar donde nadie pueda tocarla, pues sino dañará el trabajo. Luego de unos 20 minutos podrás verificar si ya se ha secado y decidir si necesita o no más pintura.
Si lo que quieres hacer es alguna forma o diseño sobre la pieza de cuero, trázala o cálcala sobre el área de trabajo con un lápiz, sin presionar demasiado para que no queden marcas y comienza a pintar con pincel, de los colores de tu preferencia.
Pon a juego tu creatividad y destácate pintando tus piezas de cuero.