El cuero ha estado presente en el mundo antiguo y en el moderno por cientos de años, tanto que no escapa ni en cuanto a lo relacionado a la religión. Investigadores han dedicado esfuerzo y años de estudio para recopilar a lo largo de la historia, cientos de momentos en los cuales el cuero, como material ocupó un lugar muy importante, en cuanto a los documentos encontrados y sus formas de preservación, sobre todo en lo relacionado a las sagradas escrituras. Veamos.
En los años 40 fueron descubiertos los llamados “Rollos del Mar Muerto”. Este hallazgo confirmó que la piel animal convertida en cuero o pergamino, fue utilizado para conservar estos documentos religiosos, así como demostró que desde épocas antiguas este material fue objeto de tratamientos y técnicas que garantizaron la calidad de los escritos que aún se conservan.
En la historia escrita de religiones como la cristiana y la judía, han sido encontrados en piezas de cuero tratado, así como objetos confeccionados con este material. Se tiene la certeza de que la Ley de Moisés, documentos importantes para los judíos en su paso por la Tierra Prometida, fueron preservados en cuero, según la tradición de los escribas.
El material en el cual fueron escritos estos documentos, fue la piel animal, tanto la tratada y convertida en pergamino, como en cuero en sí. Estos documentos fueron enrollados, tal y como puede confirmarse en la historia contada en el Antiguo Testamento.
Los libros de Moisés o Pentateuco y los indicios de la Tora, que contienen revelaciones divinas de Dios para el pueblo de Israel y que existen desde incluso dos siglos antes de Cristo, fueron conservados en cuero.
Que las Santas Escrituras fueron escritas en cuero o pergamino es un importante dato que ha sido confirmado y avalado por la regulación hebraica de la Tora, asegurando que fueron escritos a mano por los escribas judíos. Según expertos, los rollos más viejos, iban siendo reemplazados por otros más nuevos, provenientes de animales sagrados, lo que para ellos significaba que eran sacrificados según sus ritos y costumbres.
También se tiene conocimiento que los rollos de Isaías, que fueron conservados en piel y con una antigüedad de mil años más que cualquier otro documento encontrado, fueron escritos con tinta, sobre piel de animal.
Este documento en pergamino de cuero, existe hoy en día en el Museo de Jerusalén y ha sido preservado y resguardado en un relicario especialmente fabricado para tales fines, hecho de arcilla. Este objeto es pulverizado con agua todos los días para garantizar que los documentos que contiene en su interior se preserven, imitando las condiciones en los cuales estuvieron por cientos de años, en una cueva en el Mar Muerto.
Otras escrituras cristianas también fueron preservadas en cuero y pergamino. Particularmente en el año 331, el Emperador Constantino mandó a confeccionar un ciento de copias de las Santas Escrituras en pergamino.
En la Biblia, específicamente en el evangelio de San Lucas, hace una mención de Jesús en la sinagoga de Nazareth, cuando desenrolló un pergamino de cuero.
De tal manera que son muchas las historias de las dos religiones más importantes del mundo, en el cual se confirma la presencia y uso de este material que aún hoy en día es el preferido para la confección y fabricación de todo tipo de artículos y objetos.