Teñido de cuero

El teñido del cuero no es otra cosa que la técnica que se utiliza para reforzar el tono de un artículo o prenda en casos de reparación o también es útil si deseas cambiar por completo el color de la misma.

La mayoría de los curtidores, que son quienes realizan el trabajo de modificar la estructura natural del cuero, hacen uso de tintes en sprays o polvo para teñirlo. Si no eres de los que tienen mucha práctica en este tipo de menesteres, te recomendamos el tinte en polvo, pues es más fácil de manipular y aplicar, con mejores resultados que el tinte en spray.

También es recomendable, de no considerarse experto, que practique en un pedazo de cuero viejo, para corregir cualquier falla o en su defecto en una zona que no sea visible en la prenda a teñir. Si es en caso de algún mobiliario, elija hacerlo en la parte de atrás del mueble. Si los resultados no son óptimos no pasará nada y podrá practicar hasta lograr los resultados deseados.

Si va a teñir con spray podemos darle algunas recomendaciones, la tintura debe aplicarse con una pistola de presión, pero nunca superior a 1, 5 bar y tampoco lo haga directamente sobre la superficie a teñir. Comience siempre soplando al aire abierto y luego sobre una zona cercana a la pieza. Finalmente, concéntrese directamente en el objeto de su trabajo.

Cuando termine cada pasada, repita el procedimiento, esto le permitirá que el tinte se adhiera a la piel de manera más uniforme. Al culminar, ayúdese con un secador o pistola de aire caliente, para agilizar y optimizar el proceso de secado, pues mientras aún está húmedo no podrá apreciar realmente el nuevo tono que va adquiriendo la pieza.

Proteja siempre su boca y nariz con una mascarilla, pues todos los tintes son tóxicos y podrían afectar su salud en caso de ser inhalados. Sin en el área de trabajo no cuenta con un extractor de aire, entonces elija un área abierta y que sea ventilada. También puede hacerlo al aire libre, de contar con el espacio apropiado.

Debe tener claro si desea cambiar el color de la pieza o restaurar el original. Lo primero requerirá de mayor cantidad de pintura, así como más habilidad y esfuerzo. También es importante que se esmere en zonas como pliegues y esquinas, pues el resultado no será prolijo si no toma en cuenta estos detalles.

Revise muy bien la pieza antes de emprender este tipo de proyectos, pues una que ya esté demasiado deteriorada, con un cuero ya muy poroso o frágil, no es candidata de teñido, sino más bien de reemplazo. Ni la mejor tinta podrá reparar un cuero que ya esté en muy mal estado.

Si se trata de piezas muy grandes, lo recomendable es desarmarla lo más posible y liberarla de todo tipo de polvo y suciedad antes de aplicar el tinte. Si no lo hace, el resultado será nada estético, pues la tinta adherirá de manera permanente el polvo y sucio y ya no podrá retirarlo. Esmérese en las áreas como pliegues, botones, costuras y juntas de la piel.

Ponga especial atención en áreas que estén rotas o ásperas. Si son leves, puede repararlos con pegamento especial para cuero. Siempre deje que seque bien primero antes de aplicar el tinte. Repita solo si es necesario.

Evite aplicar demasiada pintura. Aplique una capa primero  y espere a que seque bien y luego aplique la segunda. Siguiendo estas instrucciones estamos seguros que obtendrá los mejores resultados y podrá devolverle la vida a su pieza de cuero favorita.

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