alce

Cuero de alce

El alce, también es conocido con ante o anta y es una especie de mamífero artiodáctilo que pertenece a la familia de los cérvidos. Sus características principales es que sus patas terminan en dos dedos. Habita generalmente en los bosques nórdicos de Europa y Asia.




A inicios del siglo XX, esta era una especie que estaba en peligro de extinción, por la caza indiscriminada. Los inviernos acérrimos y los arbustos cubiertos por capas de nieve muy gruesas, provocaban que el número de alces comenzara a descender vertiginosamente.

Sin embargo, lo que para otras especies, incluido el hombre ha generado estragos, condiciones ambientales como el aumento de la temperatura global que han extendido el tiempo de ciertas estaciones, como el verano, los alces nórdicos están mejorando sus condiciones de vida en sus hábitat naturales, con lo cual su especie tiende a perpetuarse.

El alimento que consumen los alces, en particular el tipo de plantas y arbustos que forman parte de su dieta diaria ha aumentado también, como consecuencia de estos cambios climáticos, con lo cual están creciendo en cantidad y fuerza.

Es por ello que a partir de algunos años atrás, esta especie ha ido extendiéndose por mayores territorios, ocupando cientos de kilómetros, en las zonas del norte y el oeste de estas regiones del mundo. Esto ha producido un aumento proporcional de la caza de estos animales para obtener su piel y cuero, así como su carne. Y a pesar de eso, aún sobrevive un aproximado de dos millones de ejemplares de alces, extendidos por Norteamérica, Europa y Asia.

En su mayoría, los alces que son capturados por su piel se encuentran en las zonas del norte de Finlandia y Suecia, produciendo diferentes productos y artículos de cuero, cuyos costos son elevados, convirtiéndolos en piezas únicas de gran calidad y belleza.

En particular, de todas las especies de alce, el más común del cual se obtiene el cuero y piel es del rabo blanco escandinavo. Muy utilizada para la fabricación de prendas de vestir que se utilizan para resguardarse de las bajas temperaturas, así como para la creación de artículos de utilidad variada o doméstica, inclusive para la decoración de diseños de interiores y cojines para asientos.

Existen artesanos que trabajan esta piel a mano, convirtiendo en verdaderas obras de arte la piel de estos animales, que pueden llegar a ser gigantes, por lo que hay mucha material que aprovechar que se obtiene de alces adultos.

También, se elaboran guantes, bolsos, gorros y otros accesorios, sobre todo de la especie de alces de pelo corto, que se ha convertido en un material perfecto para tales fines.

En particular, del alce de rabo blanco escandinavo, se obtiene una piel de gran belleza que posee un brillo muy particular e inigualable. Su parte trasera se utiliza como decoración especial, pues tiene una característica raya negra natural que le brinda un alto valor estético.

El mantenimiento de esta piel, si deseamos que nuestra pieza sea perdurable, requiere de mucho cuidado, pues en ningún caso debe estar expuesta a humedad extrema o mucho polvo ni suciedad, ya que esto dañará la piel, ya que aunque muy hermosa, tiende a ser también, bastante delicada.

Requiere de poca hidratación, pues la piel del alce ya cuenta con una grasa natural que la mantiene por sí sola, aunque de requerirlo, lo mejor es utilizar algún aceite para el cuidado de la piel. Si se moja, no debemos intentar secarlo rápido con un secador o al sol, lo ideal es que se seque lentamente, sobre todo si tiene ciertas piezas metálicas. También es ideal para calzado, bolsos, artículos de artesanía y complementos.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *