La palabra sello, viene del latín “sigillum”, en ciertos países de habla hispana, también se conoce como “timbre”. En cualquiera de los casos, se trata de un instrumento que tiene como función reproducir una imagen grabada mediante el uso de una tinta u otra estrategia, pero que permite identificar un documento u otro bien.
Su uso se ha establecido desde épocas remotas, por muy antiguas civilizaciones mesopotámicas y egipcias. En esos tiempos remotos se usaban sellos cilíndricos y los llamados escarabeos.
También, se usaban como marca personal para identificar documentos, cartas o correspondencia y su fabricación era eminentemente de tipo artesanal, para lo cual usaban piedra o metal, con lo cual quedaba un sello bastante rudimentario.
Con el paso de los años y el surgimiento de otro tipo de herramientas y maquinarias, surgen otro tipo de sellos, que son producidos en masa. Hay versiones que incluyen la almohadilla de tinta y hoy por hoy son más seguros y limpios, así como fáciles de manipular y transportar.
El tipo sellos que nos ocupa en este post, son los que se fabrican para marcar el cuero. Es una herramienta útil que por medio de la presión y algo de temperatura permite dejar huellas en este material, de acuerdo al diseño del sello. Se usan tanto como elemento decorativo, para lo cual lo sellos se realizan con diferentes diseños o motivos, así como con los logos del fabricante, para identificar y validar la originalidad o condición genuina de la prenda o pieza de cuero.
Estos son fabricados en serie y en cantidad, con las condiciones de manufactura que requieren este tipo de productos, pero también es posible fabricarlos de manera artesanal, haciendo uso de muy pocos materiales y herramientas. Sellos hechos a mano. Veamos:
A veces, mandar o pedir que nos fabriquen un sello con un diseño o marca específica puede tomar varios días, así que si el tiempo apremia para ti, existen soluciones que te permitirán fabricarlos tú misma y resolver el problema.
Necesitarás alambre de poco espesor, de alpaca o como también se conoce “alambre dulce”. Con ayuda de un alicate, puedes ir doblando el alambre hasta crear el diseño que desees. Esta figura será la que quedará fijada a presión, en la pieza de cuero.
Como manipular solo la pieza de alambre resultará bastante incómodo y no ayudará al resultado, lo recomendable es pegarla a una base metálica de algunos 3 o 4 centímetros de espesor, pero que sea lo suficiente rígida y fuerte para soportar la presión que se ejercerá sobre ella cuando procedamos a marcar la pieza de cuero. Usa para ello, un pegamento de contacto fuerte que sirva para pegar metal.
Obviamente, la fabricación de este tipo de sellos artesanales, te limitará en cuanto a la forma y complejidad del diseño, sin embargo, para formas sencillas, funciona bastante bien.
Luego de haber pegado el diseño de alambre sobre la base de metal, podemos usar una prensa para ejercer la presión necesaria y marcar la pieza de cuero en la zona que desees. Ya después, puedes elegir el acabado que más te guste, tintura o teñido de la pieza.