Un casco es una prenda muy utilizada desde hace muchos años. Su función es servir de protección en el área de la cabeza. Puede estar fabricado de diferentes materiales como metal o cualquier otro similar, pero cuya característica principal sea la resistencia. En el caso que nos ocupa, están los cascos de cuero, que son capaces de proteger el cráneo, la frente y la zona de la cabeza, en general de cualquier tipo de colisión o golpe, contra objetos fijos o que puedan caer sobre ella, así como de impactos a alta velocidad.
Además, esta prenda también está diseñada para cubrir ciertas áreas vulnerables como las sienes, la frente y la coronilla. Su uso está vinculado a la realización de diferentes tipos de actividades o labores, pues forman parte de la indumentaria regular y obligatoria de trabajadores de la industria, o de otro tipo de oficios, como el bombero o el paracaidista.
También, su uso es habitual en deportistas que participan en competencias que implican alta velocidad y riesgos de caídas, golpes y lesiones, así como personas que se dedican a las fuerzas policías o militares, seguridad, minería o construcción. Así mismo, hay casos para los que conducen motocicletas, cuyo uso de esta prenda es obligatorio en todos los casos y forma parte de las leyes de tránsito de todos los países. También, se usa el casco para conductores de bicicletas, aunque es un tema discutido por especialistas.
El uso del casco es una de los mecanismos o criterios de seguridad más usados y más antiguos para garantizar la protección de esta zona del cuerpo. Su uso, se remonta a los griegos antiguos de la Edad Media. Durante esa época formaba parte del uniforme que usaban los militares, pues los protegía en la cabeza del ataque de filosas espadas o heridas provocadas por las flechas. De hecho, fueron los primeros cascos fabricados con cuero, aunque después, el material cambió a hierro, muy resistentes, pero también sumamente pesados.
Hoy en día, su uso está generalizado a diferentes actividades u oficios y forma parte de los principales elementos de protección que garantizan la seguridad personal de quienes lo usan ante daños de una zona tan vital del cuerpo humano, como la cabeza.
Para los deportistas, por ejemplo, el uso de cascos es imprescindible, en los casos de personas que practican el automovilismo, motociclismo o patinaje de alta velocidad. También, en el desempeño de deportes que impliquen posibles golpes, impactos o colisiones, como el caso de fútbol americano, hockey o béisbol.
El diseño de los cascos depende del uso que se le dará a esta prenda, pues no es la misma protección que necesita por ejemplo un ciclista que debe cuidarse de golpes de impacto a los lados y al frente de la cabeza, que un escalador, que debe protegerse de piedras que caen desde arriba, ahora Imaginate combinar un casco como el de la imagen con una chaqueta.
También hay otros aspectos que se toman en cuenta para diseñar un casco, como por ejemplo las condiciones aerodinámicas que requiere, su peso, ventilación y obviamente el material. Los de cuero son muy comunes para la realización de diferentes actividades. Si usted realiza alguna de ellas, no deje de usarlos, para su protección y seguridad.