Observar una raya, rasguño o rotura en nuestra pieza de cuero sintético favorita puede convertirse en acabo de mundo para cualquiera. La buena noticia es que en la mayoría de los casos es algo que podrás solucionar fácilmente aplicando alguna de las técnicas que te contaremos a continuación. Estos daños en un alto porcentaje no representan el daño o pérdida definitiva de la pieza y aunque quizá, dependiendo de lo que haya sufrido, podría requerir de restauraciones más especializadas y costosas, en la mayoría de los casos, con solo pocas herramientas y productos, podrás hacerlo sin gastar mucho y en tu misma casa.
Desde piezas grandes como ciertos mobiliarios, hasta un par de zapatos o una cartera, pueden ser reparadas con poco dinero y poco esfuerzo. Si es tu caso, no te des por vencido y manos a la obra.
La forma más común es haciendo uso de parches reparadores autoadhesivos que venden en tiendas especializas en artículos de cuero y piel y son excelentes imitaciones. Son fabricados en piel sintética y en su parte posterior traen un adhesivo muy fuerte que se pegará sin dejar mayores rastros al lugar que deseas restaurar o reparar.
Estos parches vienen de varios tamaños y colores, aunque también pueden cortarse fácilmente con una tijera para adecuarse mejor a la forma de la rotura que se desea cubrir.
Lo primero es limpiar la zona de partículas de polvo o grasa, pues eso impediría que se adhiera correctamente. Ayúdate con un paño para fijar bien el parche, pero con cuidado de no dañar más la pieza. Luego, procede a pegar el parche al área limpia y seca, despegando una pequeña lámina de papel protector que cubre la zona adhesiva y cubre. Asegúrate que se haya adherido completamente y tu pieza revivirá en solo pocos minutos.
También puedes repararlo con cuero líquido y tinte. Prepara la pasta según las instrucciones del empaque y aplícalo. Es muy útil y efectiva esta técnica si se trata de agujeros o desgarros. Aunque requiere un poco más de paciencia y habilidad, si te propones lo lograrás.
La aplicación del cuero líquido requiere además el uso de ciertas herramientas, como una esponja, una lija, desengrasante, espátula, el producto y un tinte reparador. Estos tintes son fáciles de conseguir de todos los colores y será lo último que apliques para devolver su apariencia natural a tu pieza de cuero sintético favorito.
Lo importante con esta técnica es que cumplas específicamente las indicaciones, lijando primero si hay zonas endurecidas, así como aplicar el cuero líquido sobre la zona bien limpia y completamente desengrasada. La sustancia debe ser aplicada de manera uniforme y cubriendo toda el área dañada, de a poco, hasta que se cubra en su totalidad. Luego, aplica el tinte reparador, luego que el cuero líquido haya secado. Con ello obtendrás un acabado óptimo y profesional.
Siempre recuerda al final hidratar tus piezas, ya sean de cuero natural o sintético para que puedas seguir disfrutando de ellas por muchos años más.