El uso del cuero se relaciona con la fabricación de todo tipo de productos y artículos. Uno de ellos son las libretas y cuadernos, de hermosas cubiertas, con diferentes diseños y con un interior fabricado con papel reciclado. Al respecto, existen muchas propuestas, por lo que este tipo de artículos son muy buscados, sobre todo para regalos o para ser utilizados como álbumes de fotografías o solo para guardar atesorados recuerdos.
Generalmente, la piel que más se utiliza para realizar este tipo de proyectos, es la de oveja, carnero o cordero, porque primero es una de las más económicas. La recomendación es buscar las que han sido curtidas de manera vegetal y que no tengan grano natural, es decir, que haya sido tratada, ya sea con acabado mate o brillante.
También, la piel de oveja, por su delicadeza y finura funciona muy bien para estos artículos, aunque para algunos los poros muy visibles que muestran donde estuvo adherida la lana, no la hacen muy agradable desde el punto de vista estético. Prefieren entonces la de la cabra, que tiene mayor espesor, por lo que es más resistente, pero manteniendo la flexibilidad, por lo que se adapta muy bien a los contornos y cubiertas de las libretas o libros.
Otro tipo de piel muy escogida es la del búfalo, con o sin grano. Ha bajado de precio en los últimos años por lo que goza de muy buena reputación. Otras, como la piel de cerdo, becerro o ternero, son mucho más gruesas y no ofrece acabados muy finos. Y aunque en ellas se puede observar una gran porosidad, es muy apropiada si se desean hacer diseños de repujado en las tapas de las libretas.
Otra modalidad de cuero que se usa con mucha frecuencia para tapas o portadas de libros y libretas es el pergamino, una piel que ha sido muy trabajada y sometida a largos procesos de curtido. Su uso está vinculado a trabajos de encuadernación de tipo antiguo y la piel de cordero, cabra o ternero, son las más buscadas para ello.
Este tipo de cuero tiene muchas particularidades, entre ellas que son muy visibles los detalles de la piel, como marcas y rayones, aunque con un proceso de teñido es fácil ocultarlas. La zona posterior de la piel o interna, que tiene una textura de felpa se suele utilizar para la zona de las guardas de las libretas.
Hay otras pieles que aunque más extrañas o inusuales, también se usan para este tipo de proyectos, con unas características más estéticas que funcionales, como son las de pescado o serpiente. Una especie de pescado, el shagreen, aunque está prohibida su explotación para tales fines, hay criaderos que ofrecen esta exclusiva piel. Otras especies, como la trucha, salmón o carpa, ofrecen otras condiciones que van de acuerdo al tamaño de sus escamas, el tamaño y forma del pescado.
Como la mayoría son de pequeños tamaños, con una sola pieza no es posible encuadernar una libreta o libro, se utiliza junto a otras pieles para hacer diseños muy originales y decorativos, aprovechando los contrastes de diferentes texturas y tonos de color.
Si deseas realizar tú mismo un proyecto de este tipo, debes contar con una serie de materiales como un trozo de piel de tu preferencia, cordón, folios de papel reciclado, hilo encerado y perforador y tijeras. Así que manos a la obra.