Dentro de la industria de cuero, existen clasificaciones muy definidas para cada tipo de piel, de acuerdo a la especie del animal del cual se obtenga, es decir, su procedencia y también del proceso de curtido y tratamiento posterior al cual es sometida la pieza.
El curtido es el conjunto de procesos a los cuales la piel es sometida para convertirla en un material libre de toxinas que causan su putrefacción. Por generaciones, para lograr este paso, era usado el tanino, una sustancia química que corta el proceso de descomposición natural de la piel.
Como producto de las acciones de curtido, se logran diferentes tipos de cuero, entre ellos el cuero graso, el cual se caracteriza por ser muy resistente al agua, incluso más que otro tipo de cueros. Al ser sometido al tratamiento adecuado, los aceites propios de la piel son repuestos, condición que lo hace muy flexible y para nada rígido, con lo cual tiene menores posibilidades de resquebrajarse, aumentando así su calidad y belleza, aún con el paso del tiempo.
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El cuero graso tiene condiciones muy particulares para mantenerlo bello y libre de manchas.
Por ejemplo cuando ocurren accidentes en nuestra pieza de cuero con maquillaje o exceso de sudor, se hace necesario limpiarlas muy bien y a fondo. La mayoría utiliza remedios caseros para hacerlo, lo cual no siempre es aconsejable. Crema para afeitar o talco, no son los productos más adecuados para limpiar el cuero graso, pues no tienen sustancias que protegen la piel y por el contrario, producen que este se seque, sobre todo en piezas o prendas de vestir que tienen puños o cuellos, como chaquetas o camisas y también se han elaborado meggings.
El mantenimiento adecuado produce que pantalones o chaquetas confeccionadas con este material, puedan verse como nuevas a pesar del uso constante y el tiempo. Si es su caso y necesita devolver la vida a una de estas prendas fabricadas con cuero graso, debe contar no solo con los productos adecuados y especiales para ello, sino también de mucha paciencia y ciertas habilidades.
Lo primero es pasarles un cepillo con cerdas naturales y suaves o un paño de fibra, seco. Existen productos para limpiar estas piezas al seco, los cuales son muy útiles y ofrecen excelentes resultados. Eliminar el polvo o cualquier mancha es vital para preparar la pieza antes de aplicar los productos. Pruebe siempre en una pequeña área antes de frotar la pieza completa y lea cuidadosamente las instrucciones, antes de usarlo. Y siempre verifique el tipo de cuero de su pieza, antes de aplicar cualquier tipo de tratamiento.
Te dejamos el siguiente video de como limpiar el cuero graso