Cuir bouilli O cuir-bouilli, significa “cuero hervido” en francés, un tipo de material que fue muy utilizado en la Edad Media y Era Moderna, con diferentes usos. Considerado un elemento histórico inclusive, por su presencia en diferentes aspectos en la vida de las personas de esa época.

Se caracterizó por ser un cuero sometido a un tratamiento de curtido especial que lo hacía sumamente rígido y duro, resistente al moldeado, inclusive. Era el material utilizado para la fabricación de bolsas o sacos de carga de material pesado, como por ejemplo, artículos de metal de uso diario y vital en la cotidianidad de las personas, instrumentos musicales y de otro tipo, como astrolabios, bolígrafos, cubiertos o hasta libros.
Era tal su resistencia, que inclusive fue utilizado como parte de las armaduras de pelea, sobre todo debido a sus bajos costos y poco peso para quienes las usaban, se solían combinar con leggings o polainas. Sin embargo, obviamente no ofrecían la misma protección que las armaduras de metal, por lo que podían ser atravesadas por una filosa espada o un disparo de bala.
También, al Cuir Bouilli, se le conoce como “cuero endurecido” o “cuero amoldado”, pues el proceso de curtido al cual es sometido, genera que el material se ablande demasiado o al menos lo suficiente para ser amoldado y darle la forma que se desee. Esto como parte su ornamento o decoración, aumentando así su valor estético. Es por ello que la mayoría de las piezas que fueron creadas con este material, aún existen en casas, bodegas y museos, como baúles o cofres, con un interior fabricado de madera.
Para lograr el efecto de cuero hervido, el material es sometido a diferentes procedimientos o recetas para lograr el resultado deseado. Las formas de lograrlo varían entre si y existen una gama de sugerencias posibles. Expertos en el tema tienen opiniones encontradas al respecto, asegurando inclusive que a pesar del término utilizado, el proceso de hervir como tal el cuero en agua caliente no era una forma real de endurecerlo y de obtener las características necesarias para modificar la química del material.
Existen varias técnicas, según se explica. Una es endurecer el cuero con agua. Para ello vierte agua fría en un tobo o balde y sumerge la pieza de cuero, dejándola remojar por unos 10 minutos. Hay quienes aseguran que esta no es una forma efectiva de lograr el efecto deseado, y que es necesario agregar agua caliente, pues eso si cambiará la química molecular de la pieza, ocasionando el efecto de endurecido.
Otra técnica consiste en no sumergir el cuero en agua fría y luego agregarle agua caliente, sino, hacerlo directamente en agua hirviendo, pues esto causará un efecto más rápido y permitirá moldearlo de la forma que prefieras. Sin embargo, quienes no apoyan esta técnica consideran que esta forma convierte al cuero en un material extremadamente quebradizo y con una rigidez que no permite moldearlo de manera uniforme.
Las últimas dos de las técnicas para convertir el cuero en esta modalidad, es someterlo a altas temperaturas en un horno, o endurecerlo con cera caliente, como si lo pintaras. En cualquiera de ellas, los procedimientos a los cuales es sometida la pieza, tienen como objetivo el mismo efecto, lo cual garantiza su durabilidad y resistencia.