Existen muchas técnicas para trabajar el cuero y una de ellas es el moldeado. Ella permite convertir una pieza de cuero en una obra de arte, convirtiendo en un objeto real, lo que nace por la creatividad del artesano o fabricante. El moldeado de cuero es considerado incluso una forma de expresión artística. Veamos en qué consiste.
El cuero es un material tan noble que cede ante la presión con nuestras manos o haciendo uso de máquinas, equipos o herramientas. Este puede estirarse y adoptar la forma que se desee. Sin embargo, de no aplicar el procedimiento adecuado, los cortes o relieves que hemos hecho sobre la pieza o la forma que le demos, no se mantendrá si no logramos alcanzar la firmeza necesaria.
Para lograr el cometido, luego de moldear el cuero, debe utilizarse una plancha especial que garantiza que luego de que la pieza se haya secado, la forma que le hemos dado, permanecerá. Luego de establecido el relieve o forma, se realiza el modelado con lo cual la pieza adquirirá el volumen que deseamos.
Esta plancha, conocida como plancha de plastilina debe aplicarse sobre la pieza de cuero, presionando y dándole la profundidad en las áreas que requerimos. Dentro del proceso es importante realzar la forma en la zona de los bordes que hemos trazado.
Todo dependerá del tipo de artículo que deseamos confeccionar. Por ejemplo a una cartera o portafolio se requiere que el cuero tome una forma especialmente moldeada para que la forma se mantenga y no se pierda con el uso.
Es por eso que este paso de darle forma a la pieza es tan importante. Lo primero, es establecer el tamaño que deseamos, dándole forma con una pieza de madera que tenga las mismas dimensiones. Hagamos un ejemplo, si la pieza que deseamos fabricar es una taza de cuero con un diámetro de 8 cm, requeriremos de una forma o molde de madera con una forma de círculo con el mismo diámetro.
Como recomendación, sería muy conveniente que antes fabriques los moldes de madera que vayas a necesitar. También los venden, pero si quieres alguna forma especial te tocará fabricarla. Es importante que sea madera no teñida, para no correr riesgos de manchado del cuero.
Luego, moja el cuero completamente y forra el molde de madera completamente. Trata de que quede bien estirado y con una forma prolija. A la pieza debes dejarle unas tiras, sin pintura, que sean lo suficientemente gruesas como para que no queden marcas que afecten el resultado.
Cuando seque completamente, desata las tiras y retira del molde. Si la pieza requiere que se marquen ciertos dobleces en áreas específicas, como el caso de las tapas de libros o portafolios, puedes hacerlo haciendo uso de alguna herramienta que tenga una forma parecida.
Para mejorar los resultados, puedes humedecer las áreas del doblez y déjala secar nuevamente. En ningún caso hagas uso de moldes o herramientas de metal, pues pueden oxidarse con la humedad y manchas la pieza irremediablemente.