El tambor es un instrumento musical que llegó a ciertas culturas producto del proceso de colonización, pero su origen es eminentemente africano. Para fabricarlos hay técnicas específicas que han ido de generación en generación y el cuero es un material que está presente, pues lo que se conoce como parches, que no es más que el área que se toca y donde se produce el sonido, es fabricado de cuero de animal.
Generalmente, el tipo de piel de animal empleada para tales fines es la de venado, que es un animal relativamente pequeño y con una piel que ofrece el espesor y la resistencia ideales para la fabricación de este tipo de instrumentos. Aunque es un animal muy ágil y escurridizo, es capturado para consumir su carne y hacer uso de su piel en este tipo de artículos.
Y es que si bien no todo el mundo tiene habilidades para tocar un instrumento, las capacidades para fabricarlo, pueden ser otra cosa, por lo que nunca está de más adquirir conocimientos en torno a algo tan universal como la música.
Además del cuero, construir un tambor conlleva la utilización de otro tipo de materiales, como la madera, elásticas y pega. Veamos en qué consiste este proceso.
Primero que todo lo más importante es el cuero. Piel de animal curado, sin pelo ni lana. Su tamaño estará determinado al tamaño del tambor que quieras realizar. Este puedes conseguirlo en tiendas donde vendan artículos de cuero, o en talabarterías, talleres de cuero, entre otras.
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Esta piel debe tener una resistencia suficiente que permita estirarla lo suficientes, con un nivel de tensión que permita que al tocarla el tambor suena como corresponde. La base o contenedor del mismo generalmente es de madera, la cual también debe tener características específicas. Casi siempre, esta es lijada y pintada para obtener un resultado con elementos decorativos que lo hacen más agradable también a la vista.
Algunos opinan que este contendedor también puede ser construido de algún tipo de cartón de alta resistencia, pero obviamente será mucho menos duradero y muy probablemente el sonido tampoco será igual.
Luego, es necesario unir el cuero y el contenedor, y aquí es donde radica el arte de su fabricación. Al tener el cuero con el diámetro requerido, este es sujetado a la base con una o más bandas elásticas. Un consejo es siempre cortar la pieza de cuero más grande que la madera, para que al tensarla bien, queda un excedente de piel suficiente para asegurarla con las bandas elásticas.
Para finalizar, puedes decorarlo, pintarlo o colocarle cierto tipo de accesorios para personalizar tu instrumento, siempre y cuando no afecten su sonido y comodidad para tocar el tambor.